El regreso del Bicentenario de la Independencia
``Un artículo del Plan de Desarrollo
2014-2018 para conmemorar los 200 años de la Batalla de Boyacá, en 2019, ofrece
la oportunidad de terminar bien el Bicentenario.
Decisiones simples hablan del 'carácter
de un país'. Según nuestra épica, en 1810 se dio el grito de Independencia, que
se selló en 1819 con la Batalla de Boyacá. Conmemorar el proceso
independentista, con picos en 2010 y 2019, tenía todo el sentido.
Sin embargo, un gobierno se mostró
reticente con el bicentenario de 1810 porque prefería el de 1819, y el
siguiente acabó con la poca infraestructura que tenía el Bicentenario, cuando
bien pudo continuar con lo que era necesario.
Así que resultó una grata sorpresa el
artículo 257 de la Ley 1753 de 2015 (del Plan de Desarrollo). "Créese una
comisión de expertos para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia
Nacional (...) el día 7 de agosto de 2019".
No fue iniciativa del gobierno para
enmendar un error, ni de un parlamentario uribista para sacarse un clavo. El
artículo fue impulsado por la representante boyacense del Partido Verde, Sandra
Ortiz, motivada por "beneficiar con obras a los municipios de la ruta
libertadora".
Vuelve, pues, el Bicentenario por la
gestión 'providencial' de una congresista que nos permitirá no parecer un país
irremediablemente chambón con su pasado, esto es, con la idea que tiene de sí
mismo.
No pocos desprecian cómo surgió la
república de Colombia, y les tiene sin cuidado la precariedad de esa conciencia
histórica en los colombianos. El Bicentenario es la ocasión de revalorar la
Independencia como fuente de patriotismo, para no depender enteramente del
desempeño de la Selección Colombia.
En un mes, hace 200 años, la enorme expedición
reconquistadora de Pablo Morillo comienza el sitio de Cartagena, que resistió
valerosamente al costo de miles de vidas. Seguirían los fusilamientos y
ahorcamientos de decenas de líderes y colaboradores independentistas, el
terror.
¿Qué clase de país conmemoraría el
bicentenario de la campaña libertadora sin el bicentenario previo del heroísmo
de una fortificación y de sus mártires (Camilo Torres, José María Carbonell, el
sabio Caldas, Policarpa Salavarrieta, Antonia Santos, entre tantos)?
Tal vez un país incapaz de decirles a
sus niños que no ha habido en nuestra historia una guerra más justificada que
esa. Que la guerra de independencia contra el imperio español se hizo por ideas
que siguen vigentes en nuestra sociedad.
Tal vez un país que no tiene una
narrativa de su historia que le produzca orgullo, que no sabe qué hacer con su
pasado. Algunos creen que la nueva historiografía derribó los mitos
fundacionales y ya no es posible un "relato unificador" .
El problema es que sin "relato
unificador", o 'meta-narrativa', es muy difícil que una nación movilice
las energías de su gente para salir adelante. La meta-narrativa necesariamente
reelabora los mitos fundacionales en el sentido de la 'verdad histórica'.
Esta es una cuestión para abordar en
una tarea ineludible del Bicentenario: el regreso de la historia de Colombia al
currículo escolar. No se trata de una historia 'oficial' ni hiper-simplificada.
Al contrario: la complejidad de los
hechos históricos puede atrapar la imaginación y la inteligencia conectados con
el presente y el futuro. Bienvenido de vuelta el Bicentenario``.
No hay comentarios:
Publicar un comentario